La mayoría de las enzimas digestivas son producidas por el páncreas, aunque algunas son producidas por la boca, el estómago y el intestino delgado.
Cuando tienes una alimentación pobre en alimentos naturales y en cambio está llena de alimentos procesados, sobrecocidos, llenos de azúcares, etc (you get my point!), el cuerpo comienza a sufrir de una falta seria de enzimas “frescas” y viables. Además de una mala alimentación, factores como la edad (hola, pisando los 40), enfermedades o padecimientos como pancreatitis, colon irritable, algunos tipos de cáncer, etc, necesitan de la suplementación con enzimas (en el caso de enfermedades, debes primero consultar con tu médico).
Las enzimas digestivas ayudan a la absorción de nutrientes y a descomponer las partículas de alimentos que ingerimos. Este proceso permite que los alimentos que consumimos se asimilen mejor, se usen como energía y apoyen a la construcción de nuevas células musculares y nerviosas.
La producción inadecuada de enzimas puede provocar malestares digestivos, gases, hinchazón, baja energía y reacciones similares a las alergias a los alimentos.
Otra manera de darte cuenta si puedes llegar a necesitar de este suplemento… checa tu materia fecal. Si el olor es demasiado desagradable puede que algún alimento no esté siendo digerido de la manera adecuada.
En mi caso, no las tomo siempre, me da por tomarlas por períodos de 3-5 meses dependiendo como me sienta. Y se imaginarán que ya he probado varias marcas y esta de Sunfood es la que mejor me ha sentado, se llaman Beauty Enzymes y ayudan a que la digestion de legumbres, cereales, proteínas, azúcares y almidones sea más eficiente. Las compro en WECAYO y están geniales por que tienen una mezcla de varios tipos de enzimas (no me voy a poner técnica), son plant-based, non-gmo, nunca irradiadas y de altísima calidad.
¡Se las súper recomiendo!
Autora : @gabyarceonline