¿Cuántas veces te has decido a seguir un plan de alimentación saludable pero, al final, te cansas y lo tiras por la borda? Y por supuesto eso te llena de frustración
La mayor causa es la falta de motivación, a pesar de que cuando empezamos estamos con la energía y la intención a tope, pero conforme pasa el tiempo esta motivación disminuye ya que no estas alimentándola constantemente.
Cualquiera que sea tu objetivo ya sea bajar de peso, tiene más energía, verte y sentirte mejor la realidad es que lo que todos en el fondo queremos y sabemos que tenemos que hacer es encontrar una manera más sana de comer.
Podemos pensar que lo que nos hace falta es fuerza de voluntad o disciplina, sin embargo te has puesto a pensar si realmente el plan que estas llevando es el indicado para ti o que lo que te propones es muy difícil porque no va con tu estilo de vida, tus gustos y hasta tu presupuesto.
Mas a allá de seguir un plan de alimentación debes buscar incorporar hábitos a tu vida diaria por pequeños que sean pueden cambiar realmente tu vida. Te pongo un ejemplo: Comienza por incorporar 7 minutos diarios de ejercicio, si leíste bien sólo 7 minutos.
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Un cambio de alimentación saludable debe realmente significar un cambio en tu salud, en tu sentir y en como te ves para que este en verdad funcione a largo plazo. Tus propios resultados serán tu motivador.
Entendamos primero ¿Qué es saludable?. Saludable no solo significa bajar de peso, créeme hay personas delgadas que no llevan una alimentación saludable. Una alimentación saludable implica sentirte bien con tu cuerpo y con lo que comes; tener una relación de armonía con la comida.
Cuando comemos de manera saludable, nos podemos sentir satisfechos y con energía para nuestras tareas y actividades diarias.
Además, comer adecuadamente implica tener una relación saludable con la comida, sin remordimientos ni culpas. La relación con la comida debería ser una relación sana.
Una persona que tiene una relación sana con la comida tiene un estilo de vida y actitud completamente distinta a una persona que vive limitado con dietas restrictivas que hacen que su relación con la comida sea de amor-odio. ¿Te has sentido así?.
3 Elementos fundamentales para que tu dieta saludable tenga resultados.
- Encuentra el balance entre tu salud física, mental y emocional. Esto te ayudará a no sentirte ansioso o culpable con lo que comes o dejas de comer. Te hará tener consciencia plena de tu relación con la comida.
- Tu plan debe ser un plan a largo plazo no sólo para cumplir un objetivo específico. El plan que elijas debe ir de acuerdo a tu estilo y ritmo de vida, este debe incorporarse de manera natural a tu día a día para que sea fácil seguirlo y no necesites de fuerza de voluntad ni tampoco te generé un estrés innecesario.
- Olvídate de privarte de alimentos. Normalmente las dietas restrictivas fallan porque se centran en la privación. ¿Cuantas veces te ha pasado que normalmente no comes pan por ejemplo, incluso ni te gusta, pero cuando estas a dieta es lo único que se te antoja y además te atormenta? Basa mejor tu plan de alimentación en consciencia de lo que es bueno para tu cuerpo y estilo de vida.
Comer sano, NO ES DIFICIL. Nuestra mejor recomendación como lo mencionamos anteriormente es que vayas incorporando nuevos hábitos a tu vida que te hagan no sólo comer mejor si no vivir mejor.