10 hábitos que te ayudarán a vivir en un estado de felicidad
La felicidad se ve diferente para todos. Para ti, tal vez sea estar en paz con quien eres. O tener una red segura de amigos que te acepten incondicionalmente. O la libertad de perseguir tus sueños más profundos.
Independientemente de tu versión de la verdadera felicidad, vivir una vida más feliz y más satisfecha está a nuestro alcance. Unos cuantos ajustes a tus hábitos habituales pueden ayudarte a lograrlo.
Los hábitos importan. Si alguna vez has intentado romper con un mal hábito, sabes muy bien lo arraigados que están.
Bueno, los buenos hábitos también están profundamente arraigados. ¿Por qué no trabajar para que los hábitos positivos formen parte de tu rutina?
Aquí te ofrecemos algunos hábitos diarios.
Solo recuerda que la versión de la felicidad de todos es un poco diferente, y también lo es el camino para lograrlo.
Si algunos de estos hábitos te generan estrés adicional o simplemente no se ajustan a tu estilo de vida, deshazte de ellos con un poco de tiempo y práctica, descubrirás que funciona y qué no funciona para ti.
1. Sonríe
Tiendes a sonreír cuando eres feliz. Pero en realidad es una calle de doble sentido.
Sonreímos porque somos felices, y las sonrisas hacen que el cerebro libere dopamina, lo que nos hace más felices.
Eso no significa que tengas que andar con una sonrisa falsa en tu cara todo el tiempo. Pero la próxima vez que te sientas deprimido, sonríe y ve qué sucede. O intenta comenzar cada mañana con una sonrisa en el espejo.
2. Ejercicio
El ejercicio no es solo para tu cuerpo. El ejercicio regular puede ayudar a reducir el estrés, los sentimientos de ansiedad y los síntomas de depresión, al tiempo que aumenta la autoestima y la felicidad.
Incluso una pequeña cantidad de actividad física puede marcar la diferencia. No tienes que entrenar para un triatlón o escalar una montaña, a menos que eso sea lo que te haga feliz, por supuesto.
El truco es no hacer un esfuerzo excesivo. Si de repente te metes en una rutina extenuante, probablemente acabarás frustrado (y adolorido).
Considera estos ejercicios iniciales:
*Camina alrededor de la cuadra cada noche después de la cena.
*Inscríbete en una clase para principiantes en baile o tai chi.
*Comienza tu día con 5 minutos de estiramiento.
Recuerde las actividades divertidas que alguna vez disfrutaste, pero que se han quedado en el camino. O actividades que siempre quisiste probar, como golf, bolos o baile.
3. Duerme lo suficiente
No importa cuánto la sociedad moderna nos lleve a dormir menos, sabemos que el sueño adecuado es vital.
La mayoría de los adultos necesitan alrededor de 7 u 8 horas de sueño cada noche. Si te encuentras luchando contra las ganas de dormir una siesta durante el día o simplemente sientes que estás desganado, tu cuerpo puede estar diciendo que necesita más descanso.
Aquí hay algunos consejos para ayudarte a construir una mejor rutina de sueño:
*Anota cuántas horas de sueño duermes cada noche y qué tan descansado te sientes.
*Después de una semana, debes tener una mejor idea de cómo te va.
*Acuéstese y levántate a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana.
*Reserva la hora antes de acostarse como tiempo tranquilo. Toma un baño, lee o haz algo relajante. Evita comer en exceso y beber.
*Mantén tu dormitorio oscuro, fresco y tranquilo.
Si tienes que tomar una siesta, trata de limitarla a 20 minutos.
Si constantemente tienes problemas para dormir, habla con tu médico. Es posible que tengas un trastorno del sueño que requiera tratamiento.
4. Comer con ánimo en mente
Ya sabes que las elecciones de alimentos tienen un impacto en tu salud física en general. Pero algunos alimentos también pueden afectar tu estado de ánimo.
Por ejemplo:
Los carbohidratos liberan la serotonina, una hormona de «sentirse bien»
Solo mantén los carbohidratos simples (alimentos con alto contenido de azúcar y almidón) al mínimo, ya que el aumento de energía es corto. Los carbohidratos complejos, como los vegetales, los frijoles y los cereales integrales, son mejores.
Las carnes magras, aves, legumbres y productos lácteos son ricos en proteínas. Estos alimentos liberan dopamina y norepinefrina, que aumentan la energía y la concentración.
Los alimentos altamente procesados o fritos tienden a hacer que te sientas deprimido.
Comienza por hacer una mejor elección de alimentos cada día.
Por ejemplo, cambia un desayuno grande y dulce por algo de yogur griego con fruta. Seguirás satisfaciendo tu gusto por lo dulce, y la proteína te ayudará a evitar un choque energético a media mañana. Intenta agregar un nuevo cambio de alimentos cada semana.
5. Agradece
Simplemente estar agradecido puede darle un gran impulso a tu estado de ánimo, entre otros beneficios.
Comienza cada día reconociendo una cosa por la que estas agradecido. Puedes hacer esto mientras te lavas los dientes o simplemente esperas a que suene la alarma dormido.
A medida que avanza tu día, trata de estar atento a las cosas agradables en tu vida. Pueden ser grandes, como saber que alguien te ama o conseguir una promoción bien merecida.
Pero también pueden ser pequeñas cosas, como un compañero de trabajo que te ofreció una taza de café o el vecino que te saludó. Tal vez incluso solo el calor del sol en tu piel.
Con un poco de práctica, incluso puedes ser más consciente de todas las cosas positivas que te rodean.
6. Haz actos de bondad
Las investigaciones demuestran que realizar actos de bondad puede ayudarte a sentirte más satisfecho.
Dar un cumplido sincero es una manera rápida y fácil de alegrar el día de alguien mientras le da un impulso a tu propia felicidad.
7. Reconoce los momentos infelices.
Una actitud positiva es generalmente algo bueno, pero a todos nos pasan cosas malas y es solo parte de la vida.
Si recibes malas noticias, te equivocas o simplemente te sientes como si estuvieras en un bache, no intentes fingir que estás contento.
Reconoce el sentimiento de infelicidad, siéntelo por un momento. Luego, cambia tu enfoque hacia lo que te hizo sentir de esta manera y lo que necesitas para recuperarte.
¿Ayudaría un ejercicio de respiración profunda? ¿Un largo paseo afuera? ¿Hablar con alguien?
Deja pasar el momento y cuídate. Recuerda, nadie está contento todo el tiempo.
8. Mantén un diario
Un diario es una buena manera de organizar tus pensamientos, analizar tus sentimientos y hacer planes. Y no tienes que ser un genio literario o escribir volúmenes para beneficiarte.
Puede ser tan simple como anotar algunos pensamientos antes de irte a la cama.
9. Elimina lo innecesario
Eliminar lo innecesario suena como un gran proyecto, pero con tan solo 20 minutos a la semana puede tener un gran impacto.
¿Qué puedes hacer en 20 minutos? Un montón.
Configura una alarma en tu teléfono y tomate 15 minutos para ordenar un área específica de una habitación, por ejemplo, tu clóset o ese cajón de chatarra fuera de control. Pon todo en su lugar y tira o regala cualquier desorden adicional que ya no te sirva.
Mantén una caja designada para obsequios para facilitar las cosas (y evitar crear mas desorden).
Puedes hacer esto una vez a la semana, una vez al día o en cualquier momento en que sientas que tu espacio se está saliendo de control.
10. Planea tu semana
¿Te sientes abrumado? Intenta sentarte al final de cada semana y hacer una lista básica para la semana siguiente.
Incluso si no te apega al plan, bloquea el tiempo donde puedes lavar la ropa, ir al supermercado o abordar proyectos en el trabajo puede ayudarte a tranquilizar tu mente.
Puedes obtener un planificador sofisticado, pero incluso un post it en tu computadora o simplemente en un pedazo de papel.
La felicidad es una decisión y esta en ti. Prueba estos sencillos hábitos que marcarán la diferencia en tu día a día.
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